En Islandia prácticamente no existen delitos. Por ejemplo,
cuando yo estuve alojado en un apartamento de este edificio, nada más abrir la
puerta había un cajetín –de acceso a todos- en donde se dejaba la llave del
apartamento cada vez que salías de él. ¡Menudo chollo para los ladrones en
muchos otros países! ¿Te imaginas? ¡Dejar la llave de tu casa a mano de
cualquiera que quiera cogerla! Y por supuesto no había rejas, ni alarmas, ni puertas blindadas. Pero... estábamos en Islandia y allí la gente es
honrada. A los que vivimos en países cálidos esto suena muy raro, pero es la
pura verdad. ¡Por Dios, cómo va a entrar nadie a robar en tu casa! ¡Qué cosas tienes!
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