viernes, 18 de octubre de 2013

Huevos de camuflaje

El desayuno que nos ofrecieron fue muy abundante y variado, con alimentos típicos de Islandia. Entre ellos destacaban estos huevos, de pájaros (quizás charranes) que anidan en los acantilados y que son muy apreciados. Parecen huevos de “camuflaje” y no hay dos que tengan las mismas manchas. Son de gran tamaño, como dos o tres veces uno de gallina, y su yema es de un amarillo potente. Pero más allá de su “diferente” aspecto en comparación con los de gallina, su sabor, aunque más fuerte, es agradable. Según dice, dan muchas más calorías –en comparación con los de gallina- lo cual es necesario para combatir el frío. Con unos huevos de gallina, hubiéramos tiritado.

Aquél desayuno fue una bendición que nos despejó y nos reanimó para afrontar el día, un día cargado de nuevas experiencias.

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