En Navidad: un libro sobre Islandia

Esta Navidad regala libros, y para ti... regálate libros digitales. Y ¿por qué no un libro sobre Islandia?:

“La luz horizontal” (Un viaje iniciático al corazón de Islandia)

http://www.bubok.es/libros/210630/La-luz-horizontal

Islandia no es de esta Tierra

(Noticias de Islandia) En un post del pasado mes de febrero ("Islandia, de cine")  hablaba de todas las películas que se ruedan en Islandia, la mayor parte de ellas buscando paisajes “extraterrestres”. Tan diferente es este país que su peculiar geografía atrae a los cineastas de todo el mundo para brindarle en parajes naturales lo que su imaginación ha soñado. El último ejemplo de película rodada (algunas escenas de la misma) en ella, es “Interstellar”, una obra maestra de la ciencia ficción.

Abre la ventana a Islandia

(Noticias de Islandia) ¿Te imaginas abrir la ventana de tu casa y ver lo que sucede en ese mismo instante en algún lugar de Islandia? Pues eso lo puedes hacer a través de este enlace de Internet: http://www.livefromiceland.is/

Ahí tienes una selección de sitios emblemáticos del país a los que puedes asomarte a través de tu ordenador. Las webcams instaladas te ofrecen una visión en tiempo real asomándote a algunas de sus ciudades o a fastuosos enclaves geográficos. En algunos casos, como –por ejemplo- “Geysir”, puedes ver en directo la erupción del mayor y más famoso geiser de Islandia, la cual se repite cada 15 minutos más o menos.

Y como ya apunté en mi anterior post, también puedes seguir en directo la erupción del volcán Bardarbunga.

Alerta sobre el volcán

(Noticias de Islandia) Un nuevo volcán islandés, el Bardarbunga, comienza a desperezarse y hace temer una nueva erupción como la de hace años, la del volcán Eyjafjallajökull,  que colapsó el tráfico aéreo en buena parte de Europa y sobre el que ya he hablado en varias ocasiones en este mismo blog.

El volcán que ahora nos ocupa está situado más al centro del país, en una zona prácticamente deshabitada (los escasos habitantes ya han sido desalojados) pero se encuentra bajo el glaciar más grande de Europa de tal forma que si la erupción volcánica se diese, el volumen de hielo derretido sería realmente espectacular.

Los expertos, así como miles de curiosos tienen puesta su vista sobre este volcán, y tanto es así que han puesto a nuestra disposición estas cámaras que nos ofrecen minuto a minuto imágenes de lo que podría ser un nuevo espectáculo de la madre Tierra.

Por si te interesa, aquí tienes el enlace:

http://www.livefromiceland.is/webcams/bardarbunga-2/

Bárðarbunga o Bardarbunga es un estratovolcán activo islandés situado bajo la capa de hielo del glaciar Vatnajökkull, el mayor glaciar de Europa con unas dimensiones de 150 km. de este a oeste y unos 100 km. de norte a sur, y un volumen de hielo de unos 3.000 km3. La última vez que entró en erupción fue en 1910.

Ese árbol soy yo

Ese pequeño árbol que se alza tímidamente ante el abeto soy yo mismo, pues mis manos lo plantaron en esa tierra virgen que es Islandia. Una parte de mí mismo quedó en Islandia y allí sigue creciendo al igual que mis recuerdos.

La Tierra lo agradece

A nuestros pies, con el trabajo casi terminada, los cuatro árboles plantados esperaban su primer riego. El suelo estallaba de vida y acogió con jolgorio aquellos nuevos inquilinos. La Tierra agradeció la caricia de cuatro nuevos árboles sobre su suelo.

Raíces en Islandia

Mi mujer, mis dos hijas y yo mismo, plantamos cada uno nuestro respectivo árbol en Islandia. Cavamos con mimo el agujero, echamos estiércol, colocamos el cepellón, aprisionamos la tierra y la regamos. Cuantro miembros de una familia, cuatro árboles que arraigaron en Islandia. Sus raíces, cada día más robustas, quizás recuerden esas manos que un buen día las plantaron mientras otro tipo de raíces, espirituales, fueron creciendo y anclándose en mi alma.

Un hijo, un libro, un árbol

Se dice que todo hombre ha de tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol. Yo he tenido tres hijos, llevo escritos ya 26 libros y... me faltaba plantar un árbol. Aquél deseo se hizo realidad en el más impresionante de los escenarios, en pleno corazón de Islandia. Este que veis en la foto fue el árbol que platé aquél verano y la mayor alegría es que ahora, transcurridos ya varios años desde entonces, el árbol sigue creciendo con vigor. Algo mío sigue vivo en Islandia.

El bosque construído

¿Es posible construir un bosque? En Islandia sí. Tras centurias de desolación, sin bosques, sin árboles (todos fueron talados por los vikingos para construir sus barcos), los islandeses tomaron la decisión de restituir a la naturaleza aquél don. Desde hace años, Islandia vuelve a tener árboles y todos constribuyen a ello. Aquí, en esta casa, el amplio terreno que la rodeaba se estaba convirtiendo poco a poco en un nuevo bosque construido por su propietario.

Invernadero

En el invernadero no sólo había rosas, sino también otros cultivos hortícolas, árboles e incluso unas vides. Incluso es posible que saliesen de allí los retoños de árboles que brotaron esperando que mis manos los plantasen.

¿Hay rosas en Islandia?

¿Pero de dónde habrán salido estas rosas? Nos preguntamos. ¿Es que hay rosas en Islandia. Y la respuesta estaba muy cerca, en el invernadero que había junto a la casa. Allí, los rosales, resguardados de las inclemencias del exterior, crecían y florecían para llenar de vida la vida de su cuidador.

Rosas en el agua

Algo tan sencillo como unas rosas flotando en un cuenco de cristal con agua da un toque muy especial a cualquier rincón de la casa.

Café

La cafetera ya estaba lista y allí mismo nos servimos un reconfortante café acompañado de dulces y salados como merienda. En el exterior, el día gris y frío de aquél mes de julio nos aguardaba para cumplir un ritual de amor a la naturaleza.

Madera

La casa era toda de madera y su interior muy acogedor. Allí, entre esas paredes, hasta los objetos y la propia casa adquirían vida propia y pasaban a tomar protagonismo como inquilinos de la casa. La madera es un material vivo. ¿Qué mejor material para albergar nuestra vida cotidiana?

El sonido de la lava

El suelo de lava rojiza rechinó bajo nuestros neumáticos y más aún cuando echamos el freno. Frente a nosotros, la casa de Magnus y en el mástil, ondeando, la bandera de Islandia.

Camino del arco iris

Al final de la catarata de Gulfoss se formó un arco iris para invitarnos a continuar el viaje por Islandia en busca de nuevas experiencias.

Caminar sobre la catarata

¿Es posible caminar por encima del agua de una catarata? Pues sí, aunque para ello debes ser un experto y llevar unas botas con crampones, porque tal como está la catarata de Gulfoss en invierno, es posible hacerlo. Como veis en la foto, a pesar del inmenso caudal de agua que mantiene todo el año, los rigores del invierno tienen tanta fuerza que son capaces de congelar hasta un gigante.

Cuando Gulfoss se despierta

Al llegar la primavera la catarata de Gulfoss adquiere su máximo caudal. Si durante el verano –tal como hemos visto en los dos post anteriores- su caudal de agua ya era imponente, ¿qué decir de este que muestra ahora?

El concierto del agua

Aquí vemos un poco más de cerca la catarata de Gulfoss y podemos apreciar su grandioso espectáculo. Es una pena que esta foto no tenga sonido, y más pena no estar ahí para presenciar el espectáculo en directo.

La catarata dorada

Gullfoss, o la catarata dorada, es una de las principales atracciones turísticas naturales de Islandia. Aquí la tenéis aunque al faltarle ese pequeño toque del sol no pudo lucir todo lo dorado que hubiera deseado.

Campo humeante

Ya para despedirnos no podemos dejar de volver la vista atrás para contemplar una vez más y dejar grabado en nuestra memoria este paisaje y este espectáculo de la naturaleza. Después, en el bar, unos snacks de pescado seco y... a continuar el viaje.

Pasarela de la naturaleza

Para evitar cualquier accidente en las zonas de mayor actividad geológica, se han dispuesto pasarelas que permiten caminar con tranquilidad rodeados de géiseres y lagunas termales a ambos lados. Todo un desfile de naturaleza en estado puro.

Gama de azules

En medio de aquél territorio uno puede contemplar toda la gama de azules en los diferentes charcos que se van formando fruto del agua expulsada por los géiseres y de la lluvia.

Fase 7.- El reposo... para volver a empezar

 Finalmente, el agua se recoge nuevamente en su agujero para descansar; pero lo hará por poco tiempo. Eso sí, es impredecible, a veces bastan unos pocos minutos entre una explosión y otra, a veces más. Por ejemplo, cuando yo estuve en este lugar pude ver hasta cuatro grandes explosiones del más grande de ellos, el llamado Strokkur. Por cierto, la palabra “géiser” proviene de “Geisir”, que así se llamaba el más antiguo y famoso de esta zona.

Fase 6.- El descenso

Ya pulverizada toda el agua, esta comienza a descender como la lluvia, para regresar de nuevo al agujero de donde salió.

Fase 5.- Todo es niebla

Tras alcanzar su altura máxima, el agua parece explotar en el aire y lo llena todo de una inmensa niebla, mientras aún retumba en nuestros oidos el sonido de la gran explosión con que alcanzó su altura máxima.

Fase 4.- La gran explosión

El rugido se escucha a muchos metros de distancia y una tremenda columna de agua hirviendo se levanta muchos metros por encima de la superficie y de los atónitos turistas, situados estos a su alrededor sin sobrepasar las cuerdas que delimitan el recinto de seguridad para que no acaben escaldados.

Fase 3.- ¡Adiós!

Pero ¿cómo? Después de saludarnos e hincharse un poco va y desaparece el agua. Pues sí, pero lo hace simplemente para tomar carrerilla, para coger fuerza y sorprendernos unos instantes después...

Fase 2.- Una gran burbuja

De pronto el agua sube y asoma por la superficie de la tierra formando una gran pompa o burbuja gigante alrededor de todo el agujero.

Fase 1.- Asoma el agua hirviendo

La primera fase de cada géiser es un tímido saludo del agua hirviendo la cual se acerca a la superficie como diciéndonos: ¿estáis preparados? No os vayáis que el espectáculo va a comenzar...

Espectáculo natural

Contemplar un campo de géiseres es uno de los espectáculos más impresionantes que puede ofrecernos la naturaleza. Al avanzar por aquél lugar nos saludaron  a la entrada pequeños géiseres que borboteaban de alegría con la llegada de nuevos visitantes. Pero el destino final era contemplar al más majestuoso de todos, el cual nos esperaba un poco más adentro...

Géiseres de todos los tamaños

En esta imagen podemos apreciar un mini géiser y detrás de él otros de mayor tamaño. En realidad se trata de una amplia zona de gran atractivo turístico, en donde una gran extensión de terreno deja escapar el agua que hierve calentada por el magma interno.

Mini géiser

De lo más grande a lo más pequeño; de todo puedes encontrar en Islandia. De los grades géiseres hasta algunos mini géiseres como este que veis en la fotografía. Eso sí, para evitar accidentes han tenido que colocar una cuerda y un cartel avisando, no vaya a ser que alguien meta la pata y la saque cocida.

Como en las simas abisales

Se ha descubierto que en muchos lugares del más profundo océano existen fumarolas, grietas en el fondo marino por donde escapa el vapor y el magma del centro de la Tierra. Junto a esas grietas, aprovechando el calor generado, surgen nuevas formas de vida capaces de sobrevivir a tales presiones y condiciones extremas de vida. 

Sin llegar a tanto, también en Islandia el paisaje se rompe con frecuencia dejando escapar el vapor de la Tierra y allí, a su alrededor, comienza a brotar la vida vegetal llegando incluso a formar pequeños bosques.

El aliento de la Tierra

Así he definido yo a esas columnas de vapor que se alzan hacia el cielo a través de cualquier grieta o pequeña abertura en la superficie del suelo: el aliento de la Tierra. Nuestro planeta es un ser vivo y como tal, respira, y ese vapor que sale se asemeja a su aliento, el aliento que nos grita que aún está viva... y no quiere que la matemos.

Tierra de géiseres

Islandia es tierra de géiseres. Doquiera que vayas puedes verlos y sorprenderte con su majestuoso espectáculo. Pero hay algunos lugares especiales, como este , donde todo el suelo está en ebullición y cientos de pequeños géiseres brotan a cada paso.

A punto de cocción

En esta otra imagen se puede apreciar el tinte rojizo que va adquiriendo mi cuerpo según se acercaba al punto de cocción. 

Digo yo que el agua de estas piscinas islandesas podría utilizarse luego como sopa nutritiva. 

En fin, había que probar todas las temperaturas posibles que nos ofrecen este tipo de instalaciones y, por supuesto, no es lo mismo sumergirse en agua caliente en un recinto cerrado que hacerlo –como en Islandia- al aire libre; porque ese contraste tan especial entre el aire puro y el viento que nos da en la cara, y el agua cálida o supercálida que envuelve nuestro cuerpo, forma una indescriptible mezcla. 

No se puede explicar, hay que vivirlo.

Igual que Tenacitas

¿Te acuerdas de ese episodio de los Simpson en que Homer cuida a una langosta como mascota y un día se le ocurre darle un baño de agua caliente y la deja cocida a la pobre “Tenacitas”? Pues así me sentí yo, como “Tenacitas” en esta pileta en plena ebullición, con el agua a 42ºC. Y lo más curioso de todo es que esta agua no tienen que calentarla, sino que sale tal cual del centro de la Tierra.

Después, cuando terminé mi sesión y me cambié, la sensación de relax era enorme. Y, por cierto, en los vestuarios hasta el suelo estaba caliente. 

¿Quién dijo que hace frío en Islandia?

Bar islandés

Si en España la gente acude a los bares para relacionarse unos con otros, en Islandia acude a las piscinas termales. La misma afición que hay en España a los bares existe igual en Islandia respecto a este tipo de piscinas. Aquí en la foto tenéis un típico ejemplo en donde la gente se sienta a relajarse y conversar al aire libre pero sumergidos en aguas cálidas. Por cierto, podéis ver en la pared un letrero que indica la temperatura del agua en esta pileta: 38 a 40ªC.

Carta de aguas

En Islandia, además de piscinas de agua caliente para nadar, se dispone también de distintas piletas de agua a distintas temperaturas para que cada uno elija la temperatura que quiera o incluso vaya probando una tras otra. Allí, en cada pileta podrá uno sentarse en animada charla con los vecinos. En mi caso, comencé por las piletas de agua más fría, concretamente a 35ºC... luego vendrían las más cálidas!!!

Nade yo caliente...

Esta podría ser una buena adaptación de nuestro popular refrán “Ande yo caliente y ríase la gente” a la cultura islandesa: “Nade yo caliente y ríase la gente”. Pues sí, aunque en el exterior esté nublado, con viento y 11ºC de temperatura, yo pude nadar caliente y reír y disfrutar en una magnífica piscina de agua caliente.

Piscina termal

En mitad del campo, esta piscina olímpica de agua termal –a más de 30ºC- permite disfrutar de la natación sin importar el clima que pueda estar reinando a nuestro alrededor. 

Cuando estuve allí, era verano y la temperatura exterior de 11ºC con viento –como siempre- y cielo nublado –como casi siempre- y tímidos rayos de sol que de vez en cuando se colaban entre las nubes reclamando también ellos un poco de protagonismo.

Fuera de ruta

Esta foto aérea, que estaba reproducida en un cartel, nos muestra una de las paradas más insospechadas y agradables que se pueden hacer. Lejos de los habituales circuitos turísticos, fuimos a parar a unas piscinas de aguas termales en donde se dispone –al aire libre- de una gran piscina olímpica de agua caliente y varias piletas de agua a distintas temperaturas donde meterse a descansar y conversar animadamente... y todo eso por solo tres euros y sin aglomeraciones. 

Lost in Iceland

Lo dice bien claro esta camiseta “Lost in Iceland” y así pude experimentarlo: perdido –a propósito- en este maravilloso país, fuera de las rutas que frecuentan a diario los turistas. Sólo así, perdiéndose entre sus mil y un rincones aislados puede conocerse de verdad un país y disfrutar de sus encantos.

El asfalto es el volcán

De nuevo cogemos el coche y seguimos a nuestros guías por caminos de polvo y lava volcánica, tal es el material de muchas de las carreteras de Islandia. ¿A dónde nos llevarán esta vez?