Esta fotografía muestra un paisaje típico de Islandia.
Geografía accidentada, vegetación tomando posesión de ella. Pequeños árboles a
los que el viento y el frío impide alcanzar un gran tamaño. Y una amplia gama
de colores apagados por el gris de la luz que proviene de un cielo casi siempre
cubierto de nubes. Pero si alguna vez atraviesas alguno de estos lugares y de
repente el sol se cuela entre las nubes, para inmediatamente el coche, sal y
siéntate, porque la contemplación de estos paisajes bañados por el sol es un
espectáculo digno de ser disfrutado.
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