Eso es lo que dice un anuncio de la marca de coches BMW. Si
te gusta conducir, Islandia ofrece unas alternativas que antes no habías
conocido. Adelantar es un hecho insólito; puedes pasar muchos minutos por sus
carreteras sin cruzarte con ningún otro coche. Sólo de tarde en tarde, tendrás
que adelantar a alguien (en cuyo caso se apartará para facilitarte la maniobra)
o te cruzarás con otro coche. No verás a nadie conduciendo deprisa sino sólo a
la velocidad adecuada, porque el respeto es algo presente en todos los
islandeses. Y si quieres parar a descansar, lo tendrás muy fácil; siempre habrá
algún camino de tierra que salga a un lado o a otro de la carretera principal y
que te permitirá desviarte por él y parar el tiempo que quieras sin molestar a
nadie.
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