Reflejos de la vida
A falta
de persianas, una cortina hacía las veces de protección contra el sol cuando al
llegar la noche se quisiese dormir en la cama doble del salón. La televisión
aún era de los modelos antiguos pero prácticamente no la pusimos nunca; había
tanto que hacer... y en las paredes varios cuadros y algunas láminas en cuto
cristal se reflejaban los árboles de un verde brillante al recibir los rayos
del sol.
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