Nuestra experiencia en Finlandia en invierno fue
extraordinaria e inolvidable, pero como todo en esta vida, también aquello tuvo
su fin. Ese último día, entregando las llaves del hotel y la ropa térmica que
nos habían dado para poder sobrevivir en ese clima, fue el más triste, porque
todos hubiéramos querido prolongar más tiempo aquel viaje.
Poco a poco fuimos cogiendo cada uno nuestra maleta,
cargada de recuerdos, hasta el autobús que nos llevaría de nuevo al aeropuerto. Aquello no fue un viaje, sino una experiencia y además inolvidable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario