La siguiente experiencia arrancó en Kemi tras dejar el
rompehielos Sampo.
Nos dividimos en parejas y cogimos nuestras respectivas
motos de nieve.
Como la única luz provenía de los faros de dichas motos, ya que
la noche era oscura, el guía nos advirtió que tuviésemos cuidado y no nos
separásemos ni desviásemos del grupo que, en fila india, iríamos a un poblado
Sami.
Antes de partir volví a ejercer de periodista para narrar esta nueva aventura…
No hay comentarios:
Publicar un comentario