Después de un refrescante baño en las heladas aguas del
mar Báltico no tuve tiempo de quitarme el traje especial ya que debía seguir
ahí fuera, al aire libre, caminando sobre la superficie helada del mar, para
entrevistar a otros intrépidos bañistas.
Así que cogí el micrófono, le di las
indicaciones pertinentes al cámara, y volvía experimentar esa extraña sensación
de caminar por la superficie helada del mar…
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