Conduciendo
nuestras motos de nieve por parejas, recorrimos los campos nevados del norte de
Finlandia. Algunos de ellos, al principio, eran inmensas planicies que nos
sirvieron de ayuda para familiarizarnos con la conducción de aquellos cacharros,
porque después vendría otra conducción más dificultosa serpenteando por los
bosques y sorteando las irregularidades del terreno.
A
quien no haya conducido nunca una moto de nieve, se lo recomiendo porque es una
experiencia placentera, sobre todo cuando vas atravesando campos de nieve
inmaculada que antes de ti nadie ha horadado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario