Comienza
un nuevo día. Los
autobuses estaban aparcados junto a la puerta del hotel, pero aquella mañana no
íbamos a subir a ellos, nos aguardaba otra sorpresa, así que después de desayunar
tipo nórdico, es decir, la comida más importante del día, salimos a la calle
perfectamente equipados y nos dijeron que camináramos hacia el río… Había que
aprovechar las pocas horas de luz y aprovechar al máximo esos pocos pero
intensos días…
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