Y ya por fin llegué a Tromso, tras un buen desayuno en el
avión. En el mismo aeropuerto cogí un autobús que iba hacia el centro de la
ciudad, pero mi destino estaba un poco antes, en una de las paradas
intermedias. Mi destino era el Anémona B&B hotel.
En esta fotografía podéis verlo, bañado por un sol
espectacular a media mañana.
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