Cualquiera que viva en un país tan mágico como Islandia
acabará creyendo en los trolls, esos seres mitológicos que viven escondidos en
la naturaleza. Por todas partes pueden verse grietas oscuras y profundas como
esta de la imagen, que quizás conduzcan a sus moradas. Alguna vez estuve
tentado de meterme en ellas, pero fui discreto; no había sido invitado. Quizás
por eso, ellos también me respetaron y dejaron que mi viaje fuese cien por cien
placentero.
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