domingo, 12 de enero de 2014

La mano de Dios

¡Quién si no ha horadado esos valles y levantado esas montañas! Parece como si una gigantesca mano hubiera pasado sus dedos por la superficie para dejar sus marcas. Los pequeños edificios que de tarde en tarde se levantan sobre la superficie (granjas, centrales geotérmicas, etc.) son como pequeños insectos que se hubieran posado sobre la superficie del planeta.

No hay comentarios: