¿Otro
oso polar? Este estaba dormitando medio metido en una cueva y movía de vez en
cuando la cabeza emitiendo un sordo gruñido. Una vez le hube hecho la foto, me
di cuenta que repetía una y otra vez los mismos movimientos de cabeza y sonaba
una y otra vez el mismo gruñido. ¡Pobre oso polar! ¡También este estaba
disecado, pero ni disecado le dejaban descansar ya que un mecanismo automático
le hacía mover una y otra vez la cabeza para sorpresa y deleite de los
visitantes del museo!
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