Mi rey (yo consideras mi rey al rey de Noruega),
Harald V, viajó hace unos años a la selva del Amazonas y pasó varios días
viviendo con la tribu Yanomami como uno más de ellos. Según explicó este era
uno de sus sueños, convivir con esta gente sencilla tan unida a la naturaleza;
y ese sueño se hizo por fin realidad.
Entiendo perfectamente la felicidad que pudo sentir.
En mi caso, mi sueño desde niño había sido visitar Noruega y al fin, muchos
años después, lo hice realidad y no solo una vez sino hasta seis veces.
El rey de Noruega ha estado conviviendo con esta gente
sencilla y con su mismo estilo de vida, durmiendo y comiendo como ellos, porque
la verdadera riqueza no está en lo material sino en lo spiritual.
La Casa Real publicó después un amplio reportaje de
fotografías de aquél viaje y hubo una que me llamó la atención: esa que podéis
ver arriba con el rey y un loro en la mano. Ese loro era igual a uno que tuve
hace muchos años y desde entonces siempre he sentido un gran amor por estas
aves. Un punto más de coincidencia, pues, entre Harald V y yo.
¡Ah, y que no se me olvide destacar que este viaje no
se sufragó con dinero público sino que fue una invitación de la Rainforest
Foundation Norway.
No hay comentarios:
Publicar un comentario