El largo invierno y los días sin apenas un rayo de
sol, acompañados de una gélida temperatura, hace que los noruegos pasen mucho
tiempo dentro de sus casas. Allí dentro, dedican su tiempo a actividades y
pasatiempos culturales como la lectura, el bricolaje, el arte, las manualidades,
la costura, el bordado, etc. En tales condiciones la imaginación juega un importante
papel y así se refleja en todo lo que hacen. Un ejemplo de ello son estas
mariposas bordadas, las cuales llevan adherido en su vientre un imán gracias al
cual pueden pegarse a cualquier superficie metálica. De esta forma, las
lámparas o cualquier otro mobiliario que tenga algo de metal, se llena de sus
vivos colores para dar la alegría de la primavera en el oscuro invierno.
Mariposas de invierno… para una eterna primavera
interior.
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