Aún sin recolectar, los montones de hierba fresca se
acumulan por el suelo. Algunas gaviotas se han posado en los cables del tendido
eléctrico y otras optan por emprender el vuelo. El aire está cargado de humedad
y el sol y la lluvia se reparten el terreno. Esta tranquila panorámica y el
olor de hierba fresca recién cortada, transforman esta escena en un momento
inolvidable. No muy lejos estaba Tromso, la principal ciudad al norte de
Noruega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario