jueves, 23 de marzo de 2017

De algo hay que discutir

(Noticias de Islandia) A falta de problemas más importantes en un país que funciona, algo hay que buscar para discutir en plan amable, y en estas que los islandeses han encontrado un nutritivo motivo de disputa: ¿Se puede poner piña a la pizza?

Numerosos defensores y detractores de tal opción ha  surgido por millares y mientras uno alaban el jugoso y fresco sabor que aporta la piña, otros lo consideran una aberración culinaria. Para colmo, el propio presidente de Islandia, Gudni Johannesson, ha entrado en la polémica, afirmando que “me gusta la piña, pero no en la pizza. No tengo el poder de hacer leyes que prohíban a la gente poner piña en la pizza”. Claro que acto seguido ha reconocido –para que se vea que se trata de una discusión amable- que “estoy contento de no tener ese poder”.

Y es que es tanta la variedad de ingredientes que admite la pizza que cada cual la adapta a sus gustos particulares, de ahí la dificultad en encontrar consenso. Así, por ejemplo, Johannesson se posiciona diciendo que “para las pizzas, yo recomiendo el marisco”.

Como se ve, da gusto un país donde el principal problema al que se enfrenta es el de crear un consenso sobre si la pizza debe llevar o no piña. Pero en el caso del claro posicionamiento del presidente del país, esto no le ha hecho perder popularidad, como se ha demostrado en un sondeo que le concede un 81,4 por ciento de apoyo de los ciudadanos.

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