domingo, 5 de octubre de 2008

La Tierra (Gaia) está viva

El vapor de agua que surge por las grietas del suelo es una de las señas características de Islandia. En cualquier región que visites, te das cuenta que la Tierra está viva y palpita bajo tus pies. Aquí comprendes, mejor que en cualquier otro sitio, que la Tierra (Gaia) es un ser vivo y nosotros somos los piojos (los molestos piojos) que la incordiamos. Hasta que de vez en cuando, cada varios millones de año, se sacude igual que un perro se sacude el agua, y todos los piojos salimos disparados y desaparecemos... hasta que varios millones de años después, nuevos seres (inteligentes o no) vuelven a colonizar su superficie. Y así en un ciclo sin fin que se viene produciendo desde que los planetas se formaron alrededor de nuestro Sol y durará hasta que los últimos resplandores del Sol se hayan apagado. En esta inmensidad de tiempo, la Humanidad, toda la Humanidad, solo habrá sido una pequeña plaga de piojos cuyo picotazo incordió por un segundo a Gaia. No lo olvides, tú y yo y todos, solo somos unos parásitos, unos insignificantes microbios cuya vida solo supone un nanosegundo de molesto picor.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Caminando sobre las cataratas

Las cataratas de Gulfoss son unas de las más bonitas y espectaculares de Islandia. Yo tuve la oportunidad de conocerlas en verano, pero visitarlas en invierno tiene que ser igualmente espectacular porque en la época más fría del año hasta estas impresionantes cataratas se congelan y la gente puede caminar sobre ellas.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Milagro de la naturaleza y del hombre

En esta vista aérea se puede apreciar en toda su extensión el famoso Blue Lagoon. En medio de un campo de lava, cerca del aeropuerto de Reykjavik, atrapa la vista esta laguna azul cuyos vapores se elevan al cielo en cualquier época del año. Y cualquiera que sea la época del año puedes bañarte en sus aguas termales que brotan de la tierra. La composición de esta agua, y las particulares algas que viven en ella, le confieren unas propiedades especiales de gran utilidad para la piel. Sumergido en este agua yo me sentía como un niño. En realidad cada uno se siente como lo que es.

domingo, 28 de septiembre de 2008

057.- ¡Huevos para desayunar!

¡Esto sí que es un buen desayuno! ¡Cada uno de estos huevos vale por 3! ¡Y además cada uno es diferente, así que puedes jugar a elegir el que tenga el diseño más bonito! No hay que ser aprensivos, a fin de cuentas son huevos, eso sí, de algún tipo de pájaro cuyo nombre desconozco y que anida en los acantilados de Islandia. Se trata de un manjar exquisito que solo se puede degustar en verano, durante la época de puesta. Su yema es más oscura y su sabor agradable aunque más fuerte que el de gallina. Si alguna vez vas a Islandia, ¡no seas gallina y prueba alguno de estos huevos!

sábado, 27 de septiembre de 2008

056.- El ataque de las gaviotas

Ya he contado en este blog (posts nº 021 y 039) cómo fueron mis dos experiencias con las “gaviotas asesinas”. Para todos aquellos que aún duden de las aviesas intenciones de estos “pajaritos”, aquí tenéis este documento gráfico. Después de “Los pájaros” de Hitchcock, ahora es el turno de “Las gaviotas” de Pelos de susto: http://www.youtube.com/watch?v=qnPebUU2YaE

domingo, 7 de septiembre de 2008

055.- Dulces sueños

Mientras el eterno sol bañaba con su luz todos los rincones, los sueños volaban y revivían nuevamente todos esos buenos momentos. El viaje terminó, pero lo que nuca terminarán serán los recuerdos.

054.- Hora de partir

Todas las cosas tienen su fin y llegó el momento de partir. Allí le hice esta foto a mi hija (es la de la izquierda).

053.- Islandia tour

Marcado en este mural podéis se puede ver el trozo de Islandia (suroeste) cuya visita hemos reflejado en este blog. Por supuesto, hay mucho más que ver es esta isla, pero esta parte es suficientemente variada y representativa de lo que es el país. En general si se va a viajar a otro país, yo recomiendo ver menos sitios pero más a fondo; si no, os pasará como a Gila: la torre Eiffel de Roma, el Coliseo de Bruselas, el Partenón de Zurich, etc.

052.- La última cena

La última noche (con un espléndido sol), elgrupo de expedicionarios expañoles al completo (Pelos de susto, Ballenator, Mufi y Marmo) fueron a comer con sus amigos Daniel y Stella. Y como no podía ser de otra forma, Pelos de susto volvió a cenar... ¡Ballena!

051.- ¿Qué tiene de particular esta playa?

Esta pequeña playa está en el mismo Reykjavik y a simple vista parece normal. Pero ¿qué tiene de particular? Pues que vierten allí un chorro de aguas termales que hacen que la temperatura del agua suba hasta los 18 ó 20ºC mientras que la temperatura de alrededor no suele subir de los 5ºC.
Si yo fuese un chicarrón del norte, a lo mejor me parecería bien bañarme allí, pero siendo de La Mancha, o sea, de secano, prefiero los 35ºC del Blue Lagoon o de sus innumerables piscinas calentitas al aire libre.

050.- La casa del Gobierno

Este edificio, en el centro de Reykjavik sería el equivalente a nuestro edificio de Las Cortes.

049.- Y el Blue Lagoon otra vez

Tanto nos gustó la experiencia que... repetimos. Con 10ºC de temperatura ambiente y el agua a más de 35ºC lo que no daban ganas era de salir de allí.

048.- Whale steak

O sea, bistec de ballena. Buenísimo. Una mezcla de atún y vaca. La juventud prefirió el salmón y el cordero (también muy buenos), pero ya que estaba allí no podía dejar de disfrutar de la ballena. Hasta ahora no he encontrado ningún sitio de España en el que la sirvan.

047.- Playas para pájaros

No creo que nadie se bañe en Dyrholaey no solo por lo inaccesible de muchas de sus playas sino por la temperatura gélida del agua. En cualquier caso, las vistas bien valen un viaje hasta aquí.

sábado, 6 de septiembre de 2008

046.- Frailecillos stars

En su viaje a Islandia, Pelos de susto albergaba la esperanza de poder ver frailecillos, pero lo que no podía imaginarse era que los iba a tener a metro y medio de distancia y que eran tan presumidos que les encantaba que los fotografiasen.

Por si queréis saber algo más sobre estas aves, aquí lo tenéis:
El frailecillo común (Fratercula arctica) es un ave marina de unos 30 cm. Del mismo se conocen cuatro especies, siendo la más conocida el Frailecillo del Atlántico, las otras especies viven en el sur del Pacífico. El llamado payaso de los océanos por los colores de su pico, también es conocido como loro de mar.

Sus cortas alas y la robustez de su cuerpo, no le hacen difícil levantar el vuelo en una superficie plana, por lo que prefieren lanzarse al vacío desde los acantilados (ver foto bajo estas líneas), batiendo sus alas a una velocidad de 400 veces por minuto y pudiendo alcanzar una velocidad de 48 a 55 millas por hora.
Se alimenta de pequeños peces, por lo que se zambulle (llegando a profundidades de hasta 100 pies y manteniéndose bajo el agua hasta 30 segundos) y bucea de modo similar al de los pingüinos. Mientras está bajo el agua, nada agitando sus alas para empujarse, como si estuviera volando, y utiliza sus patas palmeadas como timones para dirigirse. Cuando atrapa peces no carga solo un pez a la vez. Por término medio suele atrapar y retener en su pico más de 10 peces por viaje (aunque se ha contabilizado un record de 62). ¿Cómo lo consiguen? El secreto está en su lengua áspera con la que empujan los peces contra las espinas de su paladar mientras abren el pico para atrapar más ejemplares.
El frailecillo viven en el mar abierto la mayor parte de su vida. Sólo regresa a tierra una vez al año para aparearse. Cría en colonias en los acantilados y con su pico cava la madriguera en donde ponen los huevos (uno por pareja). Incuba por un periodo de 40 a 42 días, y a las 7 u 8 semanas los recién nacidos ya son capaces de volar.

045.- Mágicas formas

La lava, al solidificarse, adopta cada vez una forma diferente. Camino de Dyrholaey nos encontramos este surrealista campo de lava.

044.- Skogafoss

Esta es una de las cascadas más famosas de Islandia (62. metros de altura) y la que precisamente había elegido en mi blog “palabras inefables” para anunciar que me iba de vacaciones a Islandia. Ahora ya no tengo que recurrir a fotos de archivo. Yo estuve allí.

043.- Colchón natural

Caminar campo a través es una experiencia extraña para los que venimos de tierras secas. En Islandia no es que el suelo esté lleno de musgo y hierba, sino que esa capa es tan gruesa (más de 20 cms.) que caminar por encima de ella es igual que caminar sobre un colchón de gomaespuma. Eso sí, que las botas sean impermeables, porque simplemente la humedad del ambiente hace que aquello sea como caminar por un colchón de gomaespuma... empapadito de agua.

042.- Lametones de glaciar

Allí estaba a nuestro paso el glaciar de Eyjafjallajokull, un glaciar gigantesco que sin embargo era uno de los más pequeños de Islandia. Nos acercamos hasta su lengua, pero algo que comió debió sentarle mal porque la tenía sucia.

041.- Parajes inolvidables

Esta parada no estaba prevista en el viaje y allí, a la vuelta de una curva, nos sorprendió esta enorme cascada (Seljalandfoss) a la que pudimos acercarnos y hasta pasar por detrás de la columna de agua. Comprendimos así que lo que importa no es el destino, sino el viaje en sí mismo.

040.- A la sombra de Julio Verne

Cubierta por las nubes, no se pudo ver la cumbre de Snaefellsjökull, el volcán por el que Julio Verne imaginó su “Viaje al centro de la Tierra”. Allí, a las faldas de esta mágica montaña se pudo respirar el aire del misterio y la imaginación creaba un nuevo mundo en cada gota de niebla.

039.- Las gaviotas atacan de nuevo

O es que quizás Pelos de susto es muy cabezota. El caso es que no contento con sufrir un ataque de gaviotas asesinas, volvió a repetir la experiencia, y esta vez a propósito. Se metió en su área de nidificación y las gaviotas comenzaron a chillar, primero, hacer pases rasantes sobre su cabeza después, y picotear la cocorota protegida por el gorro, finalmente. ¿Será posible? ¡Y todo por hacerse una foto!

038.- Cinco estrellas Michelin

Este restaurante no está en la Guía Michelín, pero debería estarlo. Cualquier rincón de Islandia, al aire libre, cualquiera que sea la climatología, es el mejor lugar para disfrutar de la comida. El aire que se respira es el más limpio del mundo. Tanto es así que es posible ver más lejos que en cualquier otro lugar del paneta y las cosas ljanas parecen estar más cerca. Los muebles de este "restaurante" son de madera natural, la alfombra limpia y bien mullida también es de fibras naturales... cualquier alimento, por humilde que sea, sabe aquí mejor que el más sofisticado plato en el más lujoso restaurante. Por eso, Pelos de susto, Ballenator, Mufi y Marmo recargaron aquí las pilas de su cuerpo y de su espíritu.

037.- Al abrigo de la Tierra

La Tierra, de la que hemos nacido y nos da la vida, cuida también de nosotros y nos da cobijo. Así lo han entendido desde hace siglos en estos remotos lugares, donde la capa de tierra y hierba que cubre muchas de las casas ayuda a proteger a sus habitantes contra los rigores del clima.

sábado, 30 de agosto de 2008

036.- Columnas de basalto

Las catedrales de Islandia las ha construido la naturaleza. Aquí tenéis un ejemplo de poderosas columnas que apuntalan el paisaje y sobrecogen al visitante.

035.- Palabras inefables, en Islandia

Pues sí, aquí tenéis a “Palabras inefables” en Islandia, en donde realizó un ímprobo reportaje fotográfico que deja como legado a toda la humanidad.

viernes, 29 de agosto de 2008

034.- ¡Abrete Tierra!

Pues sí, la Tierra se está abriendo bajo nuestros pies a la increíble (en términos geológicos) velocidad de 4 cms por año. Justo en este punto, las placas tectónicas de América y Europa se están separando y en el punto medio del puente que las une, tenéis a Mufi y Marmo con un pie en cada continente.

miércoles, 20 de agosto de 2008

033.- Campos de musgo

¿Será por el frío que la lava se arropa para estar calentita? Puede que así sea, puesto que la mayor parte de los campos de lava está cubierta de hierba, flores o musgo, como en este caso. Más de 20 cms. de espesor en muchos puntos.

032.- ¡Esto va a explotar!

Esta, que era la frase favorita de Marmo, nunca estuvo mejor empleada que en nuestra visita a Krisuvik. Allí el terreno estaba plagado de fumarolas de barro hirviendo. Los turistas podíamos acercarnos y pasear entre ellas, gracias a unas pasarelas de madera.

Un detalle: en la última fotografía, en la esquina superior derecha, puede apreciarse el aparcamiento de este enclave. Así era todo: sitios de sobra para aparcar, tranquilidad y sólo el ruido de la naturaleza acompañando tus pasos.

031.- ¡Tierra, trágame!

No digáis nunca esta expresión, por demás tan frecuente, no vaya a ser que la Tierra os haga caso. Este enorme lago que veis aquí se lo tragó enterito la Tierra hace unos meses cuando se abrió una enorme grieta en su fondo a causa de un terremoto. Sin embargo, poco después la Tierra volvió a escupirlo y llenó ese cuenco otra vez de agua, tal como lo veis ahora.

030.- Blue Lagoon

Ningún turista debería dejar de visitar el Blue Lagoon. Un enorme lago de aguas termales en el que darse un relajante baño, bueno para el espíritu... y también para la piel, por las algas que crecen en sus aguas. Con unas zonas más calientes que otras, pero todas suficientemente caldeaditas, puedes disfrutar de chorros de agua, barro de sílice para pintarte la cara como un indio, salas de vapor, saunas, etc. Da igual el tiempo atmosférico que haya, aunque nieve o llueva o haga viento, el agua sigue estando igual de calentita y lo que da pereza es salir de allí. Incluso sin salir del agua puedes pedirte una cervecita o cualquier refresco. Luego, tienes allí un bar y un restaurante todo ello perfectamente climatizado. Tanto nos gustó esta experiencia que el último día, antes de regresar, volvimos a repetir.

029.- Caballos estoicos

Cuando tomé esta fotografía hacía sol. Sin embargo, con lluvia, viento y frío, también se les puede contemplar con esa expresión de serenidad y –quién sabe- si de resignación ante las inclemencias del tiempo.

Si hay algo que puedes cambiar, lucha para cambiarlo; pero si hagas lo que hagas no vas a ser capaz de cambiarlo, ¿para qué preocuparte, entonces? Déjalo estar, con la misma expresión de serenidad y resignación de estos caballos.

028.- ¡Agua va!

Sí, pero a más de 80ºC. Así se recoge el agua del centro de la tierra y se lleva a través de kilómetros y kilómetros de tuberías hasta las ciudades. Las tuberías (como las que se ven en esta fotografía) van por encima del terreno y están recubiertas de mineral aislante, lo que permite que tras un trayecto de más de 30 kilómetros en muchos casos, apenas si pierdan dos grados de temperatura.

027.- Mimetismo

Esta escultura, representando un barco vikingo, se ha convertido en uno de los símbolos de Reykjavik y ahí estoy yo, mimetizándome con Islandia.

026.- Campos de lava

Aunque no lo parezca esto es un campo de lava. La erosión continua del viento, la lluvia y el hielo los convierten al poco tiempo en campos llenos de vida.

025.- Playas

Esto no es Benidorm, por supuesto. Aquí las playas son así, salvajes. Claro que también hay que ser muy valiente para meterse en ese agua tan fría. Pero si las playas se les pide que nos ayuden a rebajar el estrés, estas desde luego lo cumplen a la perfección.

024.- Caza fotográfica

La caza de la ballena es ahora fotográfica y algunos islandeses se quejan porque si se deja aumentar el número de ballenas la pesca se resentirá. Cierto es que las ballenas no comen peces, pero sí plancton, y este es el alimento básico de numerosas especies de peces.

023.- Gulfoss

Un par de meses antes de nuestra llegada hubo un fuerte terremoto que abrió nuevas brechas en el suelo, dejando escapar columnas de vapor que aún hoy día se mantienen. En nuestra visita a Hveragerdi pudimos ver muchas de ellas y, en algunas, hasta tocar el vapor caliente que escapaba por las grietas.

022.- Terremotos

Un par de meses antes de nuestra llegada hubo un fuerte terremoto que abrió nuevas brechas en el suelo, dejando escapar columnas de vapor que aún hoy día se mantienen. En nuestra visita a Hveragerdi pudimos ver muchas de ellas y, en algunas, hasta tocar el vapor caliente que escapaba por las grietas.

lunes, 18 de agosto de 2008

021.- Gaviotas asesinas

Cualquiera que vea esta imagen pensará: “¡Qué bonito, mira esas gaviotas!”. Pues de eso nada, monada. Esas gaviotas vienen con muy malas intenciones (vamos, como “Los pájaros de Hitchcock). Al principio pensé “van de farol, no se atreverán a atacarme”, pero estaba equivocado; ¡atacaron! Sin darme cuenta me había metido en su área de nidificación y en cuestión de segundos pasaron de las amenzas al más duro ataque. Menos mal que llevaba mi gorro contra la lluvia y los picotazos solo se quedaron ahí.

020.- Reflejo azul

El agua, que en algunos puntos refleja nuestra imagen, es de un azul tan intenso que nos hace dudar si aquello es agua de verdad y sólo estamos viviendo un sueño.

La tocas y es real, y comprendes que estás despierto y soñando –al mismo tiempo- el más bello de los sueños.

019.- Arboles en Islandia

La llegada a casa de Magnus, un policía jubilado que saludó personalmente al rey Juan Carlos en la última visita que hizo a aquél país, deparó dos sorpresas. La primera, una excelente comida-merienda-cena. No sabría explicar muy bien qué fue aquello: a media tarde, una combinación de café, coca-cola, embutidos, sardinas, pasteles, tartas, patés, quesos... dulce y salado todo junto en cantidades que no fuimos capaces de agotar, pero que saciaron nuestra hambre y nos prepararon para la segunda sorpresa: plantar cuatro árboles. Allí estaban los plantones, el abono, las herramientas... y cada uno de nosotros plantó un árbol. A partir de ahora, algo nuestro crecerá también cada día en Islandia.

Hace apenas unas décadas, prácticamente no existían árboles en Islandia: el duro clima y la necesidad de madera para barcos y calefacción agotó hace siglos las pocas existencias. Sin embargo, el aprovechamiento de los manantiales de agua caliente para calentar casas e invernaderos y producir energía eléctrica, ha llevado a los islandeses a una sana obsesión por repoblar su país. Tanto en las ciudades como en sus campos, se ven ahora cientos de árboles que, a pesar de viento, el frío y el largo invierno, consiguen salir adelante. Un ejemplo más de la tenacidad del hombre que quiere vivir en armonía con su planeta y no a costa de él.

018.- Geysir

Sin duda uno de los atractivos de Islandia es ver en acción alguno de sus geiseres, como los de la zona de Geysir. En un espectáculo natural, no hay horas fijas y es la naturaleza la que actúa como y cuando le viene en gana. No obstante, en esta zona suelen ser bastante activos, por lo que no es difícil contemplar las erupciones. Así, por ejemplo, en el rato que estuvimos allí pudimos contemplar hasta cuatro de ellas, y dejar constancia fotográfica de aquellos momentos. Contemplar tan de cerca el rugir de la tierra, lanzado columnas de agua hirviendo, es un espectáculo imborrable.

lunes, 11 de agosto de 2008

017.- Coloquios pasados por agua

La verdad es que esto de las piscinas termales crea adicción, así que no es de extrañar la afición que tienen por las mismas. Estar sentados en estos cubículos de agua calentita, charlando relajadamente, es de lo más satisfactorio que hay. Aquí tenéis a la familia al completo (Pelos de susto, Ballenator, Mufi y Marmo) en remojo a una temperatura de entre 30 y 40ºC tal como reza el carte situado encima. A la derecha se observa otra piscina, la misma que tenéis en la foto de abajo. Como podéis ver por las caras (y el color rojizo que va tomando la piel) de Stella, Marmo, Mufi y Pelos de susto, la temperatura del agua supera aquí los 40ºC. ¡Lastima no haberse traído un poco de esa agua para cenar: “sopa hispano-islandesa"!

016.- Abriendo horizontes

En el valle de Thingvellir está esta enorme falla en la que se puede ver, durante kilometros y kilómetros, como se abre la tierra bajo tus pies. Así deberíamos abrir todos nuestra mente y aceptar opiniones y puntos de vista contrarios a los nuestros sin esa manía de intentar convencer a todos de que nosotros siempre tenemos razón. Nadie está en posesión de la verdad y ni siquiera la verdad es permanente, como tampoco permanece igual la tierra bajo nuestros pies.

015.- Volver

Esta es la grieta de las monedas; una falla –en el valle de Thingvellir, sede del antiguo Parlamento- llena de agua. Aquí todos los que acuden a este lugar arrojan una moneda y piden un deseo. Si se es extranjero ese deseo no puede ser otro que “volver”.

014.- Ejemplo de democracia

Ellos fueron los primeros en implantar la democracia, y este fue el primer parlamento europeo. Sin embargo, mientras en otros países la democracia ha sufrido serios vaivenes y amenazas, aquí sólo ha tenido progreso, en un marco de paz y estabilidad constante; quizás porque la única inestabilidad que tienen no es de procedencia humana, sino geológica y climática, por lo que todos deben estar unidos para hacer frente a las inclemencias del tiempo y las amenazas tectónicas.

Hoy día, esta antigua sede del Parlamento es un lugar de atracción turística y sólo en contadas ocasiones se celebran en la misma recepciones oficiales.

013.- Agua para todo

Ha sido un gran invento el aprovechamiento del agua que hacen los islandeses. Con tanta cantidad de agua que tiene esta isla y la lava ardiente que hay a pocos metros de su superficie, los manantiales de agua caliente son incontables y por cualquier grieta del terreno puede verse el vapor de agua escapando. En esta foto vemos a Pelos de susto y Ballenator caminando. A sus espaldas, varias columnas de vapor de agua y unas tuberías con las que se conduce este agua caliente hasta todos los hogares (eso sí que es calefacción central: del centro de la tierra hasta tu casa).

Pero aparte de obtener agua caliente a muy bajo coste, también la utilizan para obtener energía eléctrica. De esta forma tienen energía eléctrica de sobra y como esta energía no puede exportarse al continente, le dan una nueva utilidad: la fabricación de aluminio. Esto ha llevado a Islandia a convertirse en uno de los principales productores de aluminio de todo el mundo.